Sal 62
Solo en Dios está el descanso, alma mía, de él viene mi salvación. Él solo es mi roca, mi salvación, mi alcázar: no vacilaré. Descansa solo en Dios, alma mía, de él viene mi esperanza. Él solo es mi roca, mi salvación, mi fortaleza: no vacilaré. En Dios está mi salvación y mi gloria, mi roca firme, mi refugio está en Dios. Vosotros confiad siempre en él, desahogaos con él, que él es nuestro refugio.
Solo Tú
Porque nuestros proyectos se desmoronan y fracasan
y el éxito no nos llena como ansiamos.
Porque el amor más grande deja huecos de soledad,
porque nuestras miradas no rompen barreras,
porque queriendo amar nos herimos,
porque chocamos continuamente con nuestra fragilidad,
porque nuestras utopías son de cartón
y nuestros sueños se evaporan al despertar.
Porque nuestra salud descubre mentiras de omnipotencia
y la muerte es una pregunta que no sabemos responder.
Porque el dolor es un amargo compañero
y la tristeza una sombra en la oscuridad.
Porque esta sed no encuentra fuente y nos engañamos con tragos de sal.
Al fin, en la raíz, en lo hondo, sólo quedas Tú.
Sólo tu Sueño me deja abrir los ojos,
sólo tu Mirada acaricia mi ser,
sólo tu Amor me deja sereno,
sólo en Ti mi debilidad descansa
y sólo ante Ti la muerte se rinde.
Sólo Tú, mi roca y mi descanso.
(Javi Montes, sj)