







Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán.
»Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
«Lo nuevo ha comenzado» © Difusión libre cortesía de Nico Montero
«Sonic Graffiti» © Usado bajo licencia no comercial Creative Commons
Eres un Dios de vida,
no de muerte o violencia
no de guerra,
ni de indiferencia.
La vida en germen,
que crece, invisible;
la vida recién nacida,
con todo por escribir;
la vida capaz de admirarse
con ojos de niño
al descubrir el mundo;
la vida bulliciosa
del joven que explora
la edad de las posibilidades;
la vida encarnada
de quien ya ha elegido,
y conoce la tierra que pisa;
la vida otoñal, que conjuga
sabiduría y cansancio,
memorias y afectos,
viejos anhelos
y aún nuevas ilusiones.
La vida que se encamina
a un nuevo mañana.
La Vida prometida,
eterna,
contigo.
(José María R. Olaizola, SJ)