Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo a los antiguos: ‘No jurarás en falso’ y ‘Cumplirás tus juramentos al Señor’. Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno»
«Con vosotros soy» © Con la autorización de Susana Melero
«Soul Gardener» © Usado bajo licencia no comercial Creative Commons
Es un sueño imposible,
pero cómo quisiera, Señor,
que me liberaras de ese vivir
bajo el dictado del miedo a los otros.
Y que me dieras el valor
de presentarme ante ellos
sin camuflajes, mimetismos
o momias de verdad,
que solo logran
revestir
con una capa aparente
de eternidad
una vida (la mía, la tuya)
que se descompone
en lo oculto
de la mentira
que tiene que defender.
¡Repítenoslo, Jesús,
una vez más!
«Queda clausurada
la religión del juramento,
de la apariencia,
de la presunción
y del fingir».
Cabalguemos,
sin demora,
en la confianza
total y sin fin de
Dios en mí:
en mi «no, no»
y en mi «sí, sí».
(Seve Lázaro, SJ)