Jesús dijo a sus discípulos: «Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: ‘No matarás’, y el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la colera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano ‘imbécil’, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama ‘necio’, merece la condena de la gehenna del fuego.
»Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo».
«Testigos de tu amor» © Disponible en plataformas por Coro San José
Son muy cortos los años.
Es tan breve la vida…
Pasa rápido el tiempo.
Habrá que resistirse
sin dar cancha a la furia
ni dejar que la entraña
se nos llene de inquina.
No hay que volar los puentes
anulando al hermano
que nos hirió por dentro.
Hay que pegar los trozos
de la historia quebrada
y seguir construyendo,
más allá de rencores.
La guerra nos desangra,
el insulto destruye,
la enemistad devasta
y la inquina nos pudre.
Tal vez somos capaces
de aparcar los agravios
Tal vez es el perdón
el camino marcado
desde la cruz y el grito,
donde un Dios maltratado
le dio la vuelta al odio.
Quizás sea la paz
un nombre del amor.
(José María R. Olaizola, SJ)