Jesús dijo a sus discípulos: «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra? Y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!».
«Misterios del Rosario Schoenstatt..» © Autorización de Coro Alegría
Te doy gracias, Señor,
porque eres bueno conmigo,
porque no siempre que pedí, busqué y llamé
sucedió como yo esperaba.
Gracias por todas esas cosas que pedí
y no me fueron dadas,
pero llegaron disfrazadas de otros modos.
Gracias por cuantas veces no te encontré.
Alentabas mis búsquedas,
me animabas a salir
de mis falsas certezas y seguridades,
a seguir con los ojos abiertos
para descubrirte donde menos pensaba.
Gracias por cuantas veces
se me cerraron puertas.
Siempre abriste alguna ventana
por donde entró la luz de tu esperanza.
Sólo pido tu Espíritu,
Sólo busco tu voluntad.
Sólo quiero responder a tu llamada al amor.
Gracias, Señor, por cambiar mis planes.
Los tuyos fueron siempre mejores que los míos.
(Fermín Negre)