Un día, al atardecer, Jesús dijo a los discípulos: «Pasemos a la otra orilla». Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?». Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!». El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?». Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es este que hasta el viento y el mar le obedecen?».
«Una historia regalada» © Difusión libre cortesía de Ixcís
«Beautiful & Sad» © Publicada en Youtube Soothing Relaxation
Entregarte el timón de nuestro «yo»
es dejar que nos lleves a lugares oscuros
donde el ego ha sepultado miradas,
construido murallas y asesinado deseos.
Es dejar de ver hacia dentro
donde los impulsos encorvan,
se agudizan los miedos
y nos puebla la nada.
Por eso, toma Señor el timón de nuestra barca
y conduce nuestra historia hacia un mar imprevisto,
donde es larga la noche y la tormenta espanta.
Pero Tú…
vendrás caminando en la madrugada
y nos ordenarás caminar hacia ti.
(Julio Portocarrero)