Jesús dijo a la gente: «Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la mete debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará y al que no tenga se le quitará hasta lo que cree tener».
«Contigo+feliz» © Difusión libre cortesía de Colegio Mayor José Kentenich
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Sé generoso en la prosperidad
y agradecido en la adversidad.
Sé recto en el juicio
y cauto en el lenguaje.
Sé una lámpara para quien camina en la oscuridad,
y hogar para el extranjero.
Sé los ojos para el ciego
y una luz guiadora a los pies del errante.
Sé un soplo de vida
para el cuerpo de la humanidad,
rocío para el suelo del corazón humano,
y fruta en el árbol de la humildad.
(Encuentro interreligioso de Asís, 1986 )