Hermanos: Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros. Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.
«Enamórate» © Con la autorización de Centro Manresa, Córdoba (Argentina)
«3 hours of beautiful instrumental music» © Compartido en Youtube por Peder B. Helland
¿Qué hacemos con los pies de barro,
con los sueños rotos,
con las noches de vigilia
y las puertas cerradas?
¿Qué hacemos con la fe asediada,
el amor negado,
los golpes injustos,
y el desaliento?
¿Qué hacemos con la pobreza,
con el fracaso, con el hambre,
con la guerra,
con la tristeza
que campa a sus anchas
por tantas vidas?
No rendir la esperanza
ni blindarnos contra la tormenta,
no renunciar a los sueños,
seguir buscando la llave
que abra la vida,
que libere la alegría
que desencadene
la paz,
la abundancia,
la justicia.
Y seguir confiando,
que con nuestro barro
haces tú milagros.
(José María R. Olaizola, sj)