Jesús habló así: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros».
Ten compasión como tu Padre Dios la tiene. No juzgues y no se te juzgará. No condenes, y no se te condenará. Perdona y recibirás perdón. Da y se te dará. Te verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uses la usarán contigo.
(Rezandovoy, sobre Lc 6, 36-38)