Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes». Mas Él respondió: «Está escrito: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’».
Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo, y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: ‘A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna’». Jesús le dijo: «También está escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios’».
Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras». Entonces Jesús le dijo: «Apártate, Satanás, porque está escrito: ‘Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a Él darás culto’». Entonces el diablo le dejó. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.
«Hoy quiero cantarte» © Difusión libre cortesía de Colegio Mayor José Kentenich
«3 hours of beautiful instrumental music» © Compartido en Youtube por Peder B. Helland
Ay, corazón,
si serás misterioso.
Que cuando te olvidan, recuerdas.
Cuando te piden silencio, gritas.
Cuando necesitas frenar,
te aceleras.
Cuando te sientes vacío,
no sabes esperar.
Cuando estás acompañado
reclamas soledad,
y solo, sientes que jamás tendrás paz.
Siempre estás pidiendo tiempo,
pero no sabes aburrirte.
Ambiguo, apasionado,
misterioso y complejo.
Así te quiero querer,
corazón tan mío
y tan nuestro.
Y así quiero querer,
de ese modo tan mío y tan tuyo.
(Matu Hardoy)