Sucedió que, estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos». Él les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación».
«Como un niño» © Difusión libre cortesía de Colegio Mayor José Kentenich
Cuando reces el Padre Nuestro…
Di Padre si quieres ser su hijo;
exclama Nuestro si puedes reconocer en los demás a tus hermanos;
reza Que estas en los cielos si te animas a renunciar a cosas terrenales;
manifiesta Santificado sea tu nombre si tu vida busca alabarlo;
di Venga a nosotros tu reino si trabajas por su justicia;
proclama Hágase tu voluntad si aceptas las realidades difíciles con caridad;
pronuncia Danos hoy nuestro pan de cada día si te preocupas por la gente con hambre;
balbucea Perdona nuestras ofensas si olvidas el rencor a tu hermano;
pide No nos dejes caer en la tentación si tienes intención de renunciar a los falsos beneficios de tus pecados;
reza Líbranos del mal si dejas que Dios haga en ti el bien;
di Amén si amas a Dios como a un padre bueno que esperaba que le hablaras.
(Jorge Berli, sj)