Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará».
«Pronto» © Con la autorización de Lorenzo Sicilia
«Acoustic Abstracts» © Usado bajo licencia no comercial Creative Commons
Servir en lo concreto:
Escuchar sin reloj a quien anda solo
y vaciarte de respuestas consabidas.
Perderte tu programa favorito
para dar un paseo con esa persona herida.
Dejar en la estantería de la tienda
aquello que no te hacía falta
y regalar su cuantía
con quien sabes que no llega
al final de la semana.
Servir en lo concreto:
Lavar los platos, poner la mesa,
tender la ropa, con sonrisas y sin quejas.
Adelantarte a abrocharle los cordones
antes de que tropiece el anciano.
Ofrecerte con alegría y presteza
cuando en tu comunidad
hace falta una mano.
La vida diaria en su sencillez
nos ofrece tantas maneras de servir,
de bajar de las nubes la fe,
de aterrizar palabras y compartir
tu esencia en su desnudez.
Solo hay que estar atentos,
abrir los ojos y descubrir
que todo es una oportunidad
para amar y servir
en lo concreto y pequeño,
en lo desapercibido y discreto.
Y encontrar que el sentido de la vida
pasa por el amor concreto.
(Fermín Negre)