Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Está poseído por Belcebú y expulsa los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Entonces Jesús, llamándoles junto a sí, les decía en parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir. Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá subsistir. Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, pues ha llegado su fin. Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar, si no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa. Yo os aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas que estas sean. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno». Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
«Agnus Dei» © Permisos pedidos a Erato Disques
«Blackbird» © Usado bajo licencia no comercial Creative Commons