Jesús propuso esta otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas».
Y les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente».
Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo».
«Laudate Omnes Gentes» © Autorización de Atheliers et Press de Taizé
Lo nuevo se asoma, imperceptible.
Un grano de mostaza hace árbol cobijando aves.
Una pizca de levadura hace salir lo potente y alimenta.
Un gesto en silencio cambia la jornada.
Una pregunta desinstala.
Un sí cambia la historia.
Un te amo sincero arropa la pena y la alegría.
Un susurro al oído serena la tormenta.
Una buena noticia da vida.
Un aroma a jazmín perfuma el alma.
Un abrazo restaura y convoca a la fiesta.
Un detalle hace del amor, carne.
Una y todas las voces, el evangelio.
Lo nuevo se asoma, imperceptible, a nuestro lado.
(Malvi Baldellou)