Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco». Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
«Busca mi rostro» © Autorización de Provincia Vedruna de Europa
«Love» © Usado bajo licencia no comercial Creative Commons
Tu amor y tu gracia me bastan...
Lo vengo rezando junto con Ignacio hace mucho tiempo.
Pero no termino de vivirlo, no termino de creerlo,
no termino de decirlo,
por eso, no dejo mi vida en tus manos
como si en las mías estuviera más segura.
Sigo creyendo que en el algún momento
me vas a dejar solo
y así provoco lo que quiero evitar.
No me dejo llevar por Tú,
pero tú me sigues aceptando.
Tocas mi corazón
desde donde yo te dejo que lo hagas,
pero nunca dejo que me tomes por entero.
No te pido que me des tu amor y tu gracia,
porque a diario y desde siempre lo haces.
Te pido que me enseñes a abrirte mis manos,
a abrirte mi corazón,
a abrirte mi vida, y con ella,
toda mi libertad, toda mi memoria,
todo mi entendimiento. Vos me los diste y no me los quitas.
Quiero aprender a darte mi vida, a entregarme,
como Tú entregas la tuya.
(Marcos Alemán)