Un día Jesús eligió a 72 de sus amigos, y los mandó a muchos sitios para que anunciaran su evangelio. Les decía: «Hay mucho trabajo que hacer, pero hay pocas personas dispuestas a hacerlo. Pedid a Dios que mande trabajadores para anunciar su buena noticia». También les dio algunas instrucciones. Les decía: «Mirad que sois como ovejas rodeadas de lobos. Pero no hace falta que llevéis mucho dinero, ni mucha ropa, ni mucho equipaje, ni muchos aparatos. Vosotros id anunciando la paz. Y si la gente es pacífica, os harán sitio. Entonces vosotros, vivid con ellos, curad a los enfermos y anunciad el reino de Dios. Si no os quieren recibir, decidles que se equivocan. Pero decidles también que está cerca de ellos el reino de Dios». Al cabo de unos días los 72 amigos volvieron muy contentos, y le contaban que estaban consiguiendo hacer cosas buenas y quitar muchos males. Jesús les dijo: «Pues alegraos. Pero no porque os salgan bien las cosas sino porque Dios, en el cielo, os mira con cariño».
Cuando quiero tener muchas cosas, cuando doy más importancia a tener que a ser, cuando quiero acumular, cuando ambiciono tener y tener... Ayúdame a no perderme, quiero estar contigo, ayúdame a centrarme en ti y a anunciar tu paz.