A los amigos de Jesús les costaba entender sus enseñanzas. Por ejemplo, un día, en un pueblo, había gente que no quiso dejar a Jesús un sitio para dormir. Los amigos de Jesús se enfadaron mucho. Y como habían visto el poder de Jesús, le dijeron: «¿Y si mandas que baje fuego del cielo para que los castigue?» Jesús les riñó, porque no habían entendido nada de lo que siempre les decía, sobre la paz y el perdón. Tampoco lo entendían bien los que se acercaban y le decían: «Yo voy a ir contigo», «Yo te seguiré siempre», «Yo quiero ser tu amigo…» Pero cuando Jesús les invitaba a seguirle de verdad, siempre tenían alguna excusa para retrasarse: «Es que tengo que hacer cosas en casa», «Es que soy muy pequeño», «Es que todavía no estoy preparado…» Por eso Jesús les decía: «Si quieres ser mi amigo y vivir como yo, empieza ahora mismo».
«Caminamos con Jesús.» © Autorización de San Pablo Multimedia
Tened los oídos bien abiertos,
porque algo va a pasar
Si sabéis escuchar con atención
Jesús nos va a enseñar.
Que tenemos que ser buenos, y perdonar,
y querernos de verdad.
Que podemos luchar con abrazos y bondad,
y ayudar al que está mal.
Subido en lo alto de un monte
o desde la orilla del mar
con historias divertidas
Jesús nos va a enseñar.
Un tesoro genial, que tenemos que hallar,
si queremos conquistar el gran Reino de Dios,
nuestro Padre nos da toda la felicidad.
Porque quiero hacerte caso, ¡Quiero seguirte, Jesús! Porque quiero contestarte bien, ¡Quiero seguirte, Jesús! Para hablar bien de los demás, ¡Quiero seguirte, Jesús! Porque necesito escucharte, ¡Quiero seguirte, Jesús! quiero vivir como Tú y darme a los demás ¡Quiero seguirte, Jesús!